Anoche tuve uno de esos sueños que te dejan pensando, de los que te despiertas con una sonrisa tonta, y me gustó. Soñé que era feliz, y al despertarme me di cuenta que también era feliz. Vaya coincidencia no? En mi sueño no faltaba nadie; estaban los que en la realidad me dan felicidad, me apoyan y me quieren. También soñé con un perro, y eso me hizo más feliz aún.Ahora toca acompañar, apoyar y defender esa felicidad, porque no cuesta nada, porque se disfruta haciéndolo y porque lo vemos de una forma madura y respetable. Si quieres de verdad, tienes que estar ahí siempre, en las buenas y en las malas. Si quieres de verdad, procura que todo sea sano y en un ambiente de cariño y de confianza, porque de esa manera el tiempo se transforma en un bonito camino, y porque ya es muy difícil encontrarla pero cuando lo haces, todo es mucho más sencillo. Estoy empezando a pensar de que por fin nos merecemos ser felices en esta vida de baches y tropiezos. Estoy empezando a pensar de que somos el resultado de todo lo que hemos pasado, de todo lo que hemos recorrido y de todo lo que las vidas anteriores nos han enseñado para ponerlo en práctica entre nosotros... y eso me encanta.