
Hola, soy el diablo. ¿Qué esperabas, una imagen maléfica? ¿O tenebrosa quizás? No, no te confundas, nada de eso. El único demonio que existe es el que tienes tú a la hora de hacer mal las cosas, o cuando no valoras lo que tienes y buscas otras cosas. El único demonio es el que tú tienes en tu corazón cuando engañas y mientes a los que te quieren de verdad. El único demonio lo tienes tú en tu conciencia cuando recibes esos mensajes tóxicos y no cortas de raíz porque te gusta s
eguir ese juego. El único demonio lo tienes tú en tu alma cuando juegas con los sentimientos de los demás. El único demonio lo tienes tú en tus actos cuando ocultas cosas que sabes que lo estás haciendo mal pero aún así lo sigues haciendo. El único demonio lo tienes tú en tu mente cuando se te olvida pronto lo que hacen o son capaces de hacer por ti por tu egocentrismo. El único demonio lo tienes tú bien dentro de ti cuando no valoras ni respetas a quien te valora y respeta.
Así que no me vengas con que yo soy el demonio. Primero mírate al espejo y piensa si haces alguna de estas cosas, y ahí descubrirás que yo no existo, y si existo que no soy tanto como me pintan.
Que aquí el único demonio... Podrías ser tú.