
También existen muchas personas que me tendieron la mano y me ofrecieron el corazón en esos momentos difíciles; podría nombrarlos y enumerarlos, pero quedaría mal con alguno que no nombrara.
Recibo mucho cariño de la gente que me aprecia y me quiere, y lo bonito es que realmente es recíproco. Me gusta mi gente, me hacen sentir bien, me devuelven eso que les doy día a día o de vez en cuando. Me considero millonario de afecto, tanto como lo soy cuando regreso a mi Argentina con los otros "míos".
Tengo la fuerza para seguir buscando lo que vine a buscar, tengo la misma esperanza y el apoyo de la gente que confía en mí. Es como estar acabando ese puzzle con piezas difíciles y complicadas.
Pero lo más importante es que ya tengo vista la "pieza" que me faltaba para poder enseñar ese puzzle, que será mi gran obra de arte... Y me encanta esa pieza.
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