Hablemos del tiempo

El tiempo corre muy deprisa y pretendemos hacer todo a la vez, pero nos olvidamos que existe ese momento en el que debemos de sacar el pie del acelerador, y parar. 
Creemos que la vida es una carrera a contrarreloj, pero no, la vida está para vivirla, como venga, como se presente. Buscamos todo el tiempo conseguir los objetivos marcados, y cuando lo conseguimos buscamos otros, y otros, y otros, y nos olvidamos de vivir, de sentir, de extrañar, de dar oportunidades, de compartir momentos, de decir y de hacer lo que sentimos por miedo al "qué dirán", de buscarnos en todos los rincones, en todas las cosas que veamos... Nos olvidamos de dar amor.
Los objetivos de la vida son simples: ser buena gente, ser amable, ser fiel, dar prioridad, ser buen amigo, buen compañero, dar cariño y aceptar la felicidad cuando nos golpea la puerta. Así que detén ese cronómetro imaginario y ponte como objetivo ser feliz, porque ese es el mayor objetivo de esta vida. Y porque no siempre va a depender todo del reloj, sino de nosotros mismos.
Y porque de eso se trata, de lo que queramos elegir.